En la gestión de proyectos de software es común encontrarse con inconformidades de los diferentes stakeholders por afectaciones en costo, tiempo y alcance, los cuales impactan directamente la calidad de los servicios, márgenes de los proyectos o la imagen de la compañía.

Aunque esta situación puede ser el resultado de múltiples factores que no fueron contemplados desde una planificación, es impórtante resaltar que unas de las principales fuentes de esta problemática están dadas por la inadecuada gestión de los riesgos que terminan afectando los resultados deseados por no contar con identificaciones oportunas y controles eficientes para su abordaje. Así mismo, la no estandarización en algunos procesos que dificulta el aseguramiento de la calidad y la generación de valor para estas partes interesadas, permitiendo que muchos clientes no renueven algunos contratos y que simplemente se alejen sin manifestar su insatisfacción, sin poder brindarle la opción a las organizaciones de implementar acciones de mejoras.

En la Industria del desarrollo de software la calidad es uno de los pilares fundamentales, tanto por ser un elemento diferenciador para los clientes, como por la importancia para la cultura interna de las organizaciones. Es por esto, que muchas empresas optan por la opción de lograr evaluaciones o certificaciones basados en estándares internacionales como: CMMI, ISO 9001, ISO/ 33000, ISO/ 15504, entre otras, que faciliten la implementación de buenas prácticas de calidad en los procesos software, las cuales dejan una serie de beneficios que fortalecen la confianza con los clientes y partes interesadas.

Aunque el estar evaluado y/o certificado en algunas de estas normas no garantiza un total aseguramiento de la calidad, su implementación aporta los beneficios los siguientes beneficios:

  • Ser altamente competitivo en el mercado.
  • Aumentar la satisfacción del cliente.
  • Disminución de costos
  • Mejorar la productividad del desarrollo de software.
  • Cumplir normativas internacionales de desarrollo.
  • Contribuir a la generación de valor para los stakeholders.
  • Mejora continua y crecimiento organizado de la organización.
  • Corrección de los defectos de software desde las primeras fases del ciclo de vida, mejorando los tiempos de entrega.
  • Colaboradores con actitud de servicio y forma de vida que impulsa el crecimiento personal.
  • Comunicación más efectiva en todos los niveles de la Organización.
  • Contar con procedimientos y prácticas de trabajo homogéneos.
  • Prevenir incongruencias y errores a través de la gestión de riesgo
  • Detectar desviaciones.
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